¿Qué formación necesito para ser Guía de la Naturaleza? (3)

Una tercera entrada para esta apasionante guía, con una visión un tanto particular, de organizar rutas en la naturaleza.


En la actualidad existen una infinidad de títulos y certificaciones que te habilitan para desarrollar una determinada ocupación, y según en qué ámbito quieras moverte deberás elegir la adecuada. Simplemente, ya no basta con poseer conocimientos o acumular una gran experiencia en un campo. Debes disponer de una acreditación que diga “Ey, esta persona puede dedicarse a esto, y la ley se lo permite”.


En la mayoría de mis entradas se aprecia la sombra de una maraña legal que bien podría confundirse con el miedo, y es que es ésta una actividad no exenta de responsabilidades.  Lo repetiré hasta la saciedad cada vez que hable del tema.


Tras decidir que quieres guiar a grupos de personas por la naturaleza, ya puedes centrarte en los cursos, certificaciones o carreras universitarias que te lo permitirán.


Aquí es importante echar un vistazo a la normativa local donde quieras desarrollar tu actividad, porque cada región es un mundo. Así que, efectivamente, uno de los primeros trabajos es revisar la legislación de la provincia y de la comunidad donde te encuentres.


“Pero es que yo quiero ser guía a nivel nacional”. Pues igualmente, deberás prestar atención a las leyes de cada Comunidad Autónoma, que pueden cambiar a lo largo del tiempo y comprobar que tus estudios se ajusten a lo solicitado. Y no sólo eso, en muchas ocasiones deberás añadir nuevos cursos para estar al día con los requisitos legales.


“Menudo lío, yo pensé que era más fácil”. Bueno, no te preocupes, te voy a contar lo que yo he hecho por si te sirve de referencia. Aunque te advierto que únicamente es mi visión de las cosas, y ni es la única forma de proceder ni necesariamente la mejor.


Vamos a entrar en materia. Otra decisión muy importante que debes tomar es si tu finalidad es deportiva o, por el contrario, recreativa y educativa. Sí, claro, una cosa no tendría que excluir la otra, pero desde el punto de vista legal es muy diferente.


Si tu finalidad es deportiva, deberás comenzar a buscar cursos homologados de Guía de Senderismo o Guía de Montaña. Hay muchos, y algunos gozan de mejor fama que otros. Puedes buscar información en AEGM (Asociación Española de Guías de Montaña), en FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada), UIMLA (Union of International Mountain Leader Associations)... y ver qué cursos te aconsejan. Tienes de baja, media y alta montaña, y para un montón de actividades que implican cierto riesgo como raquetas de nieve, esquiar, etc.


Inevitablemente, y gracias a una combinación de perseverancia, mayor representación y eco en las redes sociales, algunos cursos adscritos a estas asociaciones tienen más fuerza y aprobación general.


El SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) también oferta cursos que suelen ser de ámbito nacional. A mí me gustan estos precisamente por su validez en todo el territorio español, aunque suelen requerir una gran inversión de tiempo y prácticas de empresa no remuneradas. Ya, qué se le va a hacer, nunca dije que fuera fácil ni que te conviertas en guía de la noche a la mañana. Aquí ya tienes alguna respuesta para la gente que se muestra muy ofendida porque cobras por tus servicios.


Mi finalidad, que me desvío del tema, no es en absoluto la deportiva. Un cierto esfuerzo físico viene implícito en las excursiones, pero mi verdadera satisfacción es conducir a personas por el medio natural y mostrarles su belleza, las curiosidades ocultas y, de paso, un poquito de concienciación ambiental. Todo aderezado con cierto adoctrinamiento (aunque esta palabra lleve cierta connotación negativa) científico.


Si por azares de la vida decidiste, como yo, estudiar una carrera de ciencias, puedes comprobar en su programa para qué te habilita. En mi caso, mi licenciatura en Geología permite desempeñar trabajo en Geología recreativa (Actividad recreativa: toda actividad realizada por una persona natural o jurídica que tenga como fin congregar público en general, con objeto principal de implicarle a participar en ella o de ofrecerle servicios con finalidad de ocio, entretenimiento y diversión, aislada o simultáneamente con otras actividades) y educativa, y en educación ambiental. Más que suficiente, siempre que no metas las pezuñas en el ámbito puramente deportivo.


Además, opté por ampliar la formación y adquirir la competencia de Monitor o Guía de Naturaleza (cualificación aplicable a todo el territorio nacional) mediante el curso de Interpretación y Educación Ambiental, un curso muy completo en el que te enseñan a orientarte en el campo, conducir grupos de personas por el medio natural, diseñar itinerarios, primeros auxilios, fauna y flora, problemas ambientales y a desarrollar herramientas didácticas.


Para mí fue una experiencia muy positiva que me ofreció ese pequeño empujón que necesitaba para lanzarme a esta aventura que tantas satisfacciones me proporciona.







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